Más de cuarenta días
Más de cuarenta días
Empecé a preguntarme si el estar aislado me serviría para poder salir de la pandemia que se vive en el mundo, inmediatamente, comprendí que sería genial pasar conmigo cuarenta días, me dedicaría tiempo a mi, solo a mi, sin necesidad de que las personas dijeran que soy egoísta al no querer convivir, ¡al fin! un pretexto para no escuchar las bobadas de las personas.
Comencé bailando, cantando, vi muchas películas, series que no tenía tiempo de ver, no me importaban las noticias, ¡Pfff! ¿para que? si no las necesitaba, estaba tan a gusto conmigo mismo que olvide lo que sucedía allá afuera, además, tuve la grandiosa idea de abastecerme bien de víveres para sobrevivir, no asomaría la nariz por nada del mundo. Una mañana después de quien sabe cuantos días, vi por la ventana que un hombre lloraba, soy un ser humano algo frío, pero la desgarradora imagen me conmovió el corazón, curiosamente como gato agazapado abrí la ventana y le grité desde el balcón: -¡Hey buen hombre! ¿que te sucede?-. Inmediatamente volteó a verme y me dijo con lagrimas en los ojos: - Ya van más de cuarenta días y la humanidad se está yendo por la borda, el más pobre no tiene pan en su mesa, los ancianos no tienen más esperanza de vida, el silencio invade los parques que antes estaban llenos de niños, en las casas lloran a solas por no poder velar a sus muertos, el rostro del amor se esta desvaneciendo, es desgarrador ver que ya van más de cuarenta días y la esperanza esta desapareciendo-.
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